El inicio 🙈


Una de mis metas este año es: ¡ésta! ¡un blog! Debo confesar que me gusta mucho escribir, y que constantemente estoy teniendo ideas y pensamientos sobre muchas cosas, a veces las anoto y las hago, la mayoría del tiempo quedan en la mente nada más... ¡Es momento de cambiar eso! Así que, los invito a esta nueva experiencia, que salgamos fortalecidos y con esperanza cada vez que escribamos y leamos lo que aquí habrá, porque la idea es esa, que esto no sea un blog de contar lo que me pasa cada día, para eso están los diarios de vida, sino algo que nos haga pensar, meditar y cambiar.

Thank U, NEXT!

Si tuviera que definir este año me nace del alma decir: PENCA.

Nunca me he caracterizado por andar adornando ni disfrazando las cosas que creo o siento, tampoco llenando de discursos que no puedo aplicar a mi vida o que en verdad me cuestan, así que me ahorro el discurso que viene añadido después de cada fin de año de que las cosas a pesar de todo fueron buenas, para mi este año no lo fue.

Es difícil para mi escribir sobre esto, siempre he pensado que exponer lo que uno siente y piensa en lo profundo del alma te vuelve en cierta forma vulnerable, pero creo que quizás alguien más se ha sentido o se siente como yo este año, así que no me importa mucho los juicios que pueden hacer al leer, pero si a ti, que estas leyendo esto te sirve y te hace sentir menos solo, me doy por pagada.

Este año en Febrero el bus con el que íbamos a La Serena chocó con un camión y hace una semana una moto me atropelló. Tuve las prácticas clínicas que más he odiado en mi vida, esas que te hacen desear que ojala te pasara algo para no tener que ir. Tuve los ramos más desorganizados, los de mayor estrés, los que más me cargan. Subí 13 kilos, dejé de hacer deporte, me diagnosticaron resistencia a la insulina. Intenté ir a Instituto sola y fracasé. Cada vez vi menos a mis amigos, cada vez son menos. Hubieron problemas a mi alrededor, muchos, en los que no tenía nada que ver, pero me afectaron profundamente. La gran mayoría de mis metas personales no las cumplí. Me endeudé. Tomé muchas malas decisiones. La lista sigue, pero ya quedó claro que fue un año difícil.

Pudieron haberme pasado muchas cosas de distinta índole, pero lo peor que pudo haberme pasado fue perder el norte y no saber con claridad quién soy. En la universidad tuvimos un curso de psicología, nos hicieron dibujar un árbol, que por lo que entendí es como un radiografía de tu interior. Ahí salía claramente que estaba pasando por una crisis de identidad, que tenía mucha angustia, que era insegura y que no pedía ayuda. Buenísima combinación, no? Pero por lo menos salía que era una persona positiva y que me lograba adaptar a las situaciones. También nos hicieron un curso de medicinas integrativas, acupuntura, Tai Chi, flores de Bach y la vez que me ofrecí a la terapia la profesora dijo que no podía hacérmela porque había mucho miedo en mi que ya estaba consumiendo mi energía, la terapia la alteraría y bajaría. Las personas que me conocen saben que amo estar de cumpleaños, que los disfruto y mi familia y amigos siempre se esfuerzan mucho por hacerme sentir especial ese día. Cuando todos se fueron lloré, lloré como nunca, no entendía como me sentía tan desdichada en un día como ese. Esas son solo algunas de las cosas que daban claridad a lo que me estaba pasando: mi alma se había apagado, esa pasión que me caracterizaba por la vida y por hacer cosas ya no estaba, siempre estaba triste, pensativa y cansada, no sabía que quería hacer, solo sabía lo que debía hacer, no sabia quién era, me había perdido a mi misma.

Recurrí a todas las cosas posibles: escrituras, oración, ayuno, templo, estar con mi familia, no hacer nada, dormir, hacer deporte, bailar, cantar, trabajar más, hacer cosas nuevas, lo que sea, estaba desesperada, no lograba sentir nada, nada me llenaba. Solo lo seguía intentando cada día, me aferré a mi testimonio del evangelio, del amor de Dios, de que Él contesta las oraciones, de que Él escucha, de que Él estaba ahí aunque no le veía, de que sus promesas se cumplen, de que había gente que me estaba apoyando aunque no lograra entender lo que me pasaba y le desesperara que esa Javiera que conocían se había apagado.

Hubo un punto en que ya no quería seguir viviendo y salen lágrimas de mis ojos al recordar esos momentos. Solo oraba cada día por ser valiente y fuerte.

Increíblemente, aunque no quería, Dios me ayudó y me dio un ángel más. Me regaló un amor puro y tangible, un hombre grande y protector y al mismo tiempo tierno y servicial. Un hombre que me amó en mi peor momento y en mi peor versión, me tuvo paciencia cuando ni yo misma me la tenía. Me ama con todas mis imperfecciones y ve mas allá de lo que yo veo de mi misma. Un puerto seguro, lleno de alegría y optimismo. Lleno de fe, lleno de caridad.

Me encantaría decirles que desde que estoy con él mis problemas se solucionaron y me siento bien y volví a estar llena de vida, pero no es así. Un amor de película no va a solucionar los problemas que debes solucionar por ti misma, esos problemas que hay en tu interior. Pero para mi, ha sido un fuente de valentía y de fortaleza. El señor siempre nos otorga lo que necesitamos, en el momento perfecto para seguir adelante.

Con todo esto que me sucedió este año maduré a pasos agigantados, fui enormemente bendecida y estoy agradecida, nunca había aprendido tanto de la vida como he aprendido ahora. Reforcé verdades que ya conocía, descubrí y atesoré en mi corazón otras que me faltaban.

Cristo nos ama de una manera perfecta y eterna.
Su expiación es real.
Cristo vive y es mi Salvador.
Siempre hay alguien tangible demostrándonos su amor en momentos de aflicción y pesar.
No estamos solos.
Los problemas siempre se solucionan mejor de a dos.
No eres débil por pedir ayuda.
El Padre Celestial escucha tus oraciones y las contestará en el tiempo preciso y de la manera precisa.
Toda adversidad es para tu bien.
Siempre hay algo bueno que aprender.
La cosas mejorarán en algún momento y si no, si haces todo lo que debes hacer, tendrás tu recompensa y tu descanso.
La justicia divina es real.
Aléjate de quienes te hacen daño por gusto y si no puedes salir de allí, enfréntalos, nadie tiene el derecho a hacerte sentir mal y tu tampoco a los demás.
Perdona y pide perdón.
Ama y ámate, con toda tu alma.
Cree, en ti, en las personas, en Dios, en el futuro.
Actúa, siempre intenta hacer el bien.






Eres importante sólo por ser TÚ

No es una novedad que vivimos comparándonos tooooodo el día con los demás. Todos hemos caído en ese juego, algunos más que otros, claro. Muchas veces me he escuchado a mi misma decir: Ella es más bonita, es más flaca, es más inteligente, es más graciosa, es mejor en este deporte, etc etc etc. Y la verdad es que sí, siempre hay alguien mejor que nosotros en algo, pero eso no es lo importa.

                                                         💙

 "Cuando menospreciamos nuestra singularidad o intentamos coincidir con los estereotipos ficticios —estereotipos impulsados por una insaciable cultura de consumo e idealizados por las redes sociales más allá de toda comprensión posible— perdemos la riqueza de tono y timbre que Dios deseaba al crear un mundo de diversidad."

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 A veces cuando veo alguna multitud me pongo a observar la maravillosa diversidad que existe entre nosotros. Distintos tipos de cuerpo, distintos colores, distintos tonos de voz, distintas miradas, distintos dones y distintos talentos. Sin duda la creación del Señor es una obra espectacular, podemos testificar de ello tan solo con vernos unos a otros.
El afán de querer ser perfectos, aceptados y queridos por todos no es sano, porque inevitablemente siempre le caeremos mal a alguien y habrá algún chino que nos de paliza en cualquier cosa que hagamos. Ese deseo sólo logrará desanimarnos e invalidarnos, es por eso tan importante recordar lo siguiente: "En esos días en que nos sentimos un poco desafinados, un poco menos de lo que pensamos que vemos u oímos en los demás, pediría a todos nosotros, que recordemos que es por designio divino que no todas las voces del coro de Dios son iguales. Para enriquecer la música, se requiere variedad: sopranos y contraltos, barítonos y bajos." "El Señor no espera que trabajemos más duro de lo que podamos. Él no compara nuestro esfuerzo con el de los demás, ni tampoco nosotros debemos hacerlo. Nuestro Padre Celestial sólo nos pide que demos lo mejor de nosotros, que trabajemos con toda nuestra capacidad, sin importar cuán grande o pequeña sea."

Esa variedad tan exquisita que existe en nuestro planeta va más allá de una visión superficial de nuestro cuerpo y nuestra belleza. Va ligada directamente a nuestros dones y talentos y lo que podemos hacer por los demás con ellos. Sin olvidar que no debemos dejar de cultivar talentos y de pedir dones para sobrellevar nuestra existencia y cooperar con la de los demás. "Porque no a todos se da cada uno de los dones; pues hay muchos dones, y a todo hombre le es dado un don por el Espíritu de Dios. A algunos les es dado uno y a otros otro, para que así todos se beneficien."

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 Una de las cosas que más me encantan de vivir es que cada uno tiene su propio mundo; mundo que compartimos con los demás y a su vez ellos también comparten sus mundos con nosotros. Mundos compuestos por papás, abuelos, hermanos, tios, amigos, pareja, compañeros de clase, compañeros de trabajo, miembros de la iglesia, vecinos etc etc etc.

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 En realidad creo que todos merecemos ser lo más importante en el mundo de alguien más después de Dios y su evangelio, ocupar ese espacio reservado exclusivamente para ti, ser la mejor amiga de alguien, el amor de la vida de alguien, el hijo, hermano, nieto de alguien. Me siento agradecida por el echo de que alguien me haga sentir especial, amada e importante por quien soy y por lo que puedo entregar.
"Crean en sí mismos y crean en Él. No menosprecien su valor ni menoscaben sus aportaciones. Sobre todo, no abandonen su función en el coro. ¿Por qué? Porque ustedes son únicos; son irremplazables. La pérdida de aunque sea una sola voz debilita a todos los demás cantantes de nuestro gran coro terrenal, incluso la pérdida de quienes sienten que están en los márgenes de la sociedad o en los márgenes de la Iglesia."

Dejemos de compararnos con los demás y florezcamos a nuestro tiempo y a nuestra medida. 💕