El inicio 🙈


Una de mis metas este año es: ¡ésta! ¡un blog! Debo confesar que me gusta mucho escribir, y que constantemente estoy teniendo ideas y pensamientos sobre muchas cosas, a veces las anoto y las hago, la mayoría del tiempo quedan en la mente nada más... ¡Es momento de cambiar eso! Así que, los invito a esta nueva experiencia, que salgamos fortalecidos y con esperanza cada vez que escribamos y leamos lo que aquí habrá, porque la idea es esa, que esto no sea un blog de contar lo que me pasa cada día, para eso están los diarios de vida, sino algo que nos haga pensar, meditar y cambiar.

Lo que de verdad importa

Estoy asistiendo a un curso en mi carrera donde te ayudan a reforzar tus técnicas de estudio y tu forma de ocupar el tiempo. Le conté a la directora de carrera todas las cosas que hago y que mi verdadera preocupación más que el estar cansada física y mentalmente era el estar haciendo las cosas que de verdad importan.

Estamos en un mundo que nos promociona infinitas cosas que podemos realizar tales como; viajar por el mundo, hacer múltiples deportes, salir con nuestros amigos todos los fin de semana a lugares entretenidos, asistir a todas las actividades de la iglesia y también a las que no son de esta, tomar miles de cursos para aprender cosas nuevas, leer cientos de libros y ver miles de películas y así muchas cosas más. Si bien todo esto nos hace bien, nos hace felices y nos da un montón de experiencias maravillosas no quiere decir que realmente sea necesario, trascendental o irremplazable.

Muchas veces incluimos actividades en nuestra vida que nos aportan un bienestar momentáneo, que no generan trascendencia en nuestras vidas y que están dentro de las cosas buenas, pero no las excelentes. y a veces es difícil notar la diferencia entre las cosas buenas y las cosas excelentes, olvidamos que el objetivo principal es satisfacer las necesidades esenciales y complicamos nuestra existencia con múltiples actividades en vez de simplificarla.


Hay cosas que debemos realizar si o si porque son necesarias, tales como trabajar, estudiar, hacer deporte, dormir las horas suficientes, tener momentos de calidad a diario con nuestras familias, disfrutar con amigos y fortalecer lazos, cumplir con nuestras asignaciones en los diversos grupos o credos en los que participemos, fortalecer nuestra relación con Dios, servir a las personas que necesiten, visitar a nuestros familiares, si están conociendo a alguien dedicar un tiempo para conocerle de verdad y si están con alguien dedicarle tiempo para amarle de verdad y no por redes sociales, sino en vida real, etc. 



Siendo honesta, si para hacer todo lo que 'debemos' hacer nos falta tiempo, se imaginan cuanto tiempo aún más nos falta para hacer lo que 'queremos' hacer? y aquí es donde me quiero detener. Hace un par de años en un devocional de instituto una autoridad dijo algo que cambio mucho mi forma de ver la vida y sus matices: "Se nos dice que tenemos que alcanzar el equilibrio en nuestra vida diaria, pero eso es imposible. Somos como aviones que a lo largo del viaje inclinan sus alas hacia un lado, luego al otro y a veces están a la misma altura según la necesidad del viaje y las pruebas que presente. a veces nos inclinaremos hacia los estudios, hacia la familia y a veces hacia el trabajo" 

"Puedes hacer cualquier cosa pero no todo"


De la mayoría de nosotros se espera que hagamos más de lo que nos es posible hacer, es por eso tan importante que tengamos una claridad en las cosas que de verdad importan, que de verdad nos ayudan, que de verdad nos hacen felices, pero más importante aún es necesario que consultemos al Señor y que sepamos que es lo que él desea para nosotros, que necesita de nosotros y alinear nuestra voluntad con la suya e idear múltiples planes para llevarlo a cabo y ser hombres y mujeres de acción.

"Tus decisiones reflejan tus prioridades"


Que quede claro que el mejor tiempo invertido y que traerá mayor recompensa a nuestra vida es el que pasamos con nuestras familias y a quienes consideremos miembros de ella. 

Que la velocidad y la rutina no nos consuman, que las infinitas cosas increíbles que nos muestra el mundo que podemos hacer no nos aparte de las cosas que de verdad importan y que tienen trascendencia eterna. Que seamos capaces de escoger las cosas excelentes que nos entrega el señor y la vida, pero por sobre todo que seamos felices haciendo las cosas que hacemos y que cada sacrificio tenga su recompensa.